ALGUIEN

Alguien que encienda mis Lunas
Que desborde mis mares
Quien me oculte en sus Soles
Y yo amanecer en sus noches

Tallarte entre mis abismos
Y nazcas de mis ausencias
Que me pierda entre sus temblores
Que silencie mis caídas

Que mis junios no sean fríos
Y nuestros octubres sean infinitos
Que sus agostos no los perdamos
Y nuestros diciembres sean el inicio

Alguien que ahogue mis lágrimas
Que desilusione a mis rencores
Quien me encierre en sus palmas
Y yo despertar entre sus lunares

DIECIOCHO

Navego en el cielo de tus ojos
Tiembla el aire de tu clamor
Se derrama tu luz en mi camino
Me vierto entre tus manos y tu calor

Nace el alba al verte
En mis días murieron los desiertos
Con tus huellas se evaporan mis delirios
Me elevas al Paraíso de tu amor

Mis azules
Tus rojos
Nuestros morados
Luminosos cristales dorados

Sentir el espacio por tu respiración
Fundirme en el canto de tu olor
Se entumece mi alma sin tu llegada
Te entrego mi ser por tus miradas

APÓSTATA

Miradas ansiosas por encontrarse
Luchas imaginarias por ver quién vence
Nuestra oportunidad es quien más pierde

Cobardes corazones que no se atreven
Amores cansados de letanías
El temor nos domina, el temor nos detiene

Nubes rocían de olvido nuestros pasos
El derrotado caballero abandonó su armadura
Su añorada Dulcinea huyó con su cordura

De silencio ella viste su interior
Desteñido es mi cielo sin su fulgor
No hay colores describiendo tu adiós

NUNCA ES SUFICIENTE

Las palabras que antes nos unieron
Hoy son verdugos de nuestro amor
No pudimos vencer nuestros miedos
Nos dejamos derrotar ante el dolor

El castillo donde moraba nuestra ilusión
Fue debilitándose por lágrimas y frustración
Poco a poco fue convirtiéndose en melancolía
En agonizantes luces de nuestra alegría

Quizá llegué tarde a tu vida
Quizá alzaste vuelo antes que yo
Amarse demasiado nunca es suficiente
Si no comprendes que siempre fuimos diferentes

Mis simplezas y tus complejidades
Mis errores y tus silencios
Tus temores y mis dudas
Tu orgullo y mi quietud
Signos de nuestra esclavitud

El tiempo juntos es incandescente
Aunque nuestras almas, pese a amarse,
Ya no se miran
Ya no se quieren

CELESTIAL CRIATURA

Fue una noche
Te vi,
Alejada,
Te vi sonreír

Dudé de la realidad
No parecía real
Una celestial criatura
En el reino mortal

Si pudiera ir al cielo
Una sola misión tendría
Preguntar a los ángeles
Si ellos te conocían

Sé poco de ti
Suena a mentira
En tu voz
Complacido moriría

Me desarmas
Me tienes
Sin nada qué perder
Me entrego a usted